Perdonando a Otros
Perdonando a Otros - Instrucción de DiosEl perdonar a otros puede parecer una elección, y en un sentido lo es, pero Dios ha sido muy claro en cuanto al perdón. Él nos ha dado instrucciones específicas en numerosas escrituras, todas las cuales pueden resumirse en una palabra -- ¡perdona! La Palabra de Dios dice: "Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo en contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas" (Marcos 11:25). "No juzguéis, y no seréis juzgados. No condenéis, y no seréis condenados. Perdonad, y seréis perdonados" (Lucas 6:37).
Dios está diciendo que debemos perdonar ¡por
nuestro propio bien! Él no está hablando de si es por el bien de la otra persona que necesita ser perdonada. Nosotros somos los que Dios está tratando de proteger. Nosotros somos los que recibimos el mayor beneficio del perdón, no la otra persona. Un espíritu de falta de perdón complica y compromete nuestro diario caminar con Dios. El perdonar a otros nos libera de la ira y nos permite recibir la sanación que necesitamos. La razón de que Dios nos haya dado una instrucción específica es porque Él no quiere que haya nada entre Él y nosotros. El amor de Dios por nosotros va más allá de nuestra comprensión. Perdonar a otros
nos libra de las consecuencias de vivir con un corazón que no perdona.
Perdonar a otros no conlleva una decisión sobre la que tenemos que reflexionar. Dios no ha calificado un pecado más gravoso que otro y no ha calificado un pecado cometido contra nosotros como merecedor de perdón y otro no. Por ejemplo, Dios
no está diciendo: "Si una persona le miente a usted o le roba, usted debe perdonarla, pero si abusa de usted o le hace daño a su hijo, usted puede quedarse sin perdonarlo." Él está diciendo que perdonemos a todos, siempre, y que lo hagamos inmediatamente.
Perdonando a Otros - Una Historia PersonalPerdonar a otros a menudo toma tiempo. Amy ya no vivía con su esposo abusivo y alcohólico, Tim, pero no había sido capaz de perdonarlo por los 32 años de abuso que ella había experimentado. Ella sabía que debía perdonarlo, pero no podía decidirse a hacerlo. Ella no creía que él merecía perdón. Esto siguió por varios años hasta que un día en una sesión de consejería con Amy, le pedí que escuchara con su corazón y que estuviera abierta a cualquier cosa que el Señor le quisiera decir. Durante ese tiempo de reflexión, el Señor ayudó a Amy a ver que Él amaba a Tim, aunque desaprobaba sus acciones. El Señor le hizo ver claramente a Amy que el abuso no era culpa de ella. Cuando levantó la vista después de reflexionar calmadamente, relató cómo ya no eran válidas ninguna de las razones por las que no debía perdonar. Le pregunté si estaba lista para perdonar y dijo que sí.
El reconocimiento por parte de Amy de que el Señor realmente amaba a Tim, aunque desaprobaba de sus acciones, la hizo cambiar de opinión. Cuando ella tomó la decisión de perdonar a Tim, los sentimientos que habían estado comprometiendo su vida - ira, resentimiento, miedo, malentendidos y confusión - dejaron su corazón. Perdonar a Tim trajo paz al corazón de Amy.
Perdonar a Otros - El Ejemplo Divino¡Nosotros tenemos un ejemplo divino del perdonar a otros! Dios sabía que el hombre necesitaba perdón, así que envió a Su Hijo para liberar a toda la humanidad de las consecuencias eternas de sus pecados (1ra de Juan 4:9-10). Colosenses 3:13 dice: "Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros." Jesús no solamente tenía el poder de perdonar, sino de garantizarnos la habilidad de perdonar a otros así como nosotros hemos sido perdonados.
Perdonando a Otros - Acción PersonalEl perdonar a otros comienza a menudo como una decisión de entrega - un acto de nuestra voluntad. Esta entrega invita a Dios a comenzar a trabajar en nuestras vidas a un nivel más profundo, permitiendo que nos sane. Así como Amy, podemos pedirle a Dios que nos ilumine con el entendimiento que necesitamos para perdonar completamente de corazón. Simplemente necesitamos tomar la decisión de estar abiertos al perdón y a la reconciliación.
Recuerde, el perdón no justifica la acción ni a la persona, no proporciona el perdón de Dios a las acciones de ellos, porque sólo Dios puede hacer eso. Aunque nada puede deshacer el pasado, podemos hacer algo acerca de la condición de nuestro propio presente y futuro. El perdonar a otros crea un camino para que comience nuestra propia sanación.
Si usted está dispuesto a perdonar, pero no está seguro de cómo hacerlo, considere la oración a continuación:
Padre Dios, necesito Tu ayuda y Tu perspectiva. Hoy tengo un mejor entendimiento del perdonar a otros y con Tu ayuda perdono completamente de corazón. Así como Tú me has perdonado libremente, yo los perdono a ellos. Padre, te pido que me perdones por herir a otros por mi propio dolor y a sanar mis relaciones con otros. Te pido todo esto en el nombre precioso de Jesús, por quien fue posible todo perdón y sanación. Gracias por amarme de maneras que nunca comprenderé. En el nombre de Jesús, Amén.¡Aprenda Más! Y tú, ¿qué piensas?
Todos hemos
pecado y merecemos el juicio de Dios.
Dios, el Padre, envió a Su único Hijo para cumplir ese juicio por aquellos que creen en Él.
Jesús, el creador y eterno Hijo de Dios, quien vivió una vida sin pecado, nos ama tanto que
murió por nuestros pecados, tomando el castigo que merecíamos,
fue sepultado, y
se levantó de la muerte como lo dice
la Biblia. Si de verdad crees y confías de corazón en esto, recibe a Jesús como tu Salvador, declarando: «
Jesús es Señor», serás salvado del
juicio y podrás pasar la eternidad con Dios en el cielo.
¿Cuál es tu respuesta?
Sí, hoy he decidido seguir a Jesús
Ya soy seguidor de Jesús
Sigo teniendo preguntas