Santidad de Dios

Santidad de Dios - La Distinción
¿Puede el hombre comprender la santidad de Dios? En casi todas las religiones existe una distinción entre lo que es santo y lo que es profano. En la mayoría de los casos, un hombre religioso es aquel para el que algo es sagrado, es decir, santo. La santidad requiere el hacer una distinción entre la santidad constituida por el ser mismo de Dios, y la santidad que refleja el carácter de Su pueblo.

Nuestra comprensión de la santidad de Dios, basada en los sentidos naturales, sigue siendo insuficiente. En Éxodo 15:11, Moisés pregunta: "¿Quién como Tú, Oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como Tú - magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?" La santidad adopta todos los diferentes atributos de cada Persona de la Trinidad, Padre (Juan 17:11), Hijo (Hechos 4:30), y especialmente del Espíritu Santo, ya que Él es el que nos proporciona un conocimiento íntimo de un Dios Santo (1ra de Corintios 2:10). ¿Qué exquisitas palabras existen para darle gloria, honor, y gracias al Señor Dios Todopoderoso? Delante del trono celestial, los ángeles adoraban a Dios, repitiendo día y noche:"Santo, santo, santo." (Apocalipsis 4:8).

Santidad de Dios - Un Fundamento Bíblico
En el Antiguo Testamento, el término santidad es aplicado a Dios en dos sentidos. Primero, Dios está separado, existiendo sobre todo lo creado. Aún así, es Dios el que nos llama a una pureza ética. En segundo lugar, ciertas cosas son consideradas santas debido a su conexión con Dios—tierra santa, el santo Sabbat, un lugar santo. La santidad de Dios impregna todo lo que Él toca, especialmente al hombre.

Los encuentros del hombre con la santidad de Dios en el Antiguo Testamento a menudo eran aterradores. Después de la destrucción por parte de Dios del ejército de Faraón, en el Mar Rojo, los israelitas descansaron cerca del Monte Sinaí–-donde Dios se le había aparecido a Moisés en una zarza ardiendo. Antes de que Dios estableciera un pacto con Su pueblo les ordenó separarse de impurezas, santificarse para Dios. En el tercer día de preparación, Dios descendió al Monte Sinaí, demostrando Su poder y santidad (Éxodo 19:16-20). Dios les advirtió que cualquiera que tocara la montaña moriría. Sólo a Moisés y Aaron se les permitió estar en la montaña. El Monte Sinaí "fue santificado" –-un recordatorio de la sima inconmensurable que existe entre lo divino y lo humano.

Por 100 largos años, el Arca de la Alianza había estado ausente del Tabernáculo y de otros lugares de adoración. Dios había especificado que sólo los levitas debían transportar el arca sobre los hombros, por medio de varas pasadas por anillos de oro conectados al arca. Inclusive a los levitas les estaba prohibido hasta tocar el arca o mirar dentro, porque la santidad de Dios (Su presencia) moraba allí. Aún así, David decidió regresar el arca a Jerusalén sobre un carro. Cuando los bueyes tropezaron, amenazando con derribar el arca, Uza trató de sostener el arca con su mano. Este acto irreverente encendió el furor de Dios, quien hirió a Uza y cayó muerto instantáneamente.(Segunda de Samuel 6:1–11). Aproximarse a la santidad de Dios requiere de reverencia y de una obediencia absoluta a Sus órdenes.

Santidad de Dios - Consagrarse
Cuando consideramos la santidad de Dios pudiera parecer imposible a criaturas imperfectas como nosotros obedecer Su mandamiento de: "Sed santos, porque yo soy santo" (Primera de Pedro 1:15–16). ¿Cómo podemos separarnos totalmente del pecado? Cuando Dios creó al hombre, Él quería que experimentáramos Su gloria. El hombre es la culminación de la obra creadora de Dios. Nuestra existencia no es aleatoria, ni tampoco fue un accidente. Dios sabía lo que estaba creando, y quería que cada uno de nosotros recibiera santidad.

Cuando se le pidió a una bisabuela que describiera "la santidad de Dios." Bea cerró los ojos por un momento: "Devoradora, se adueña de todo el cuerpo, paz, fe, alegría. . . sabiduría." La Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, el perder a su padre y a su hermano menor cuando niña . . y hasta la viudez no pudieron robarle la intimidad llena de adoración con un Dios Santo. Cuando sentimos la presencia de Dios en tiempos difíciles, abrazamos a un Padre fiel. Cuando fracasamos en todo, nos encontramos con un Dios redentor. Cuando escogemos adorarle, obedecerle, y servirle, independientemente de todo lo que el mundo demanda, experimentamos la santidad de Dios.

¡Aprenda Más!



Y tú, ¿qué piensas?

Todos hemos pecado y merecemos el juicio de Dios. Dios, el Padre, envió a Su único Hijo para cumplir ese juicio por aquellos que creen en Él. Jesús, el creador y eterno Hijo de Dios, quien vivió una vida sin pecado, nos ama tanto que murió por nuestros pecados, tomando el castigo que merecíamos, fue sepultado, y se levantó de la muerte como lo dice la Biblia. Si de verdad crees y confías de corazón en esto, recibe a Jesús como tu Salvador, declarando: «Jesús es Señor», serás salvado del juicio y podrás pasar la eternidad con Dios en el cielo.

¿Cuál es tu respuesta?

Sí, hoy he decidido seguir a Jesús

Ya soy seguidor de Jesús

Sigo teniendo preguntas


¿por qué debería Dios dejarte entrar al cielo?






cómo conocer a Dios
Aprende más
Todo sobre Dios  |   Quiénes Somos  |   Declaración de Fe  |   Contáctanos  |   Mapa del Sitio

Derechos de Autor © 2002-2024 AllAboutGod.com, Todos los Derechos Reservados