Tiempo de Devoción

Tiempo de Devoción - Quédese Quieto y Escuche
Un momento de quietud puede referirse a esos preciosos momentos después de que los niños se han acostado, pero para los cristianos, un momento de quietud es más que eso. Un momento de quietud, o tiempo de devoción es nuestra cita diaria con Dios, cuando dejamos fuera tantas interrupciones como sea posible. Durante nuestro tiempo de devoción, podemos cantar canciones de alabanza, orar, leer Escrituras o devocionales diarios, meditar en la Palabra de Dios, o simplemente quedarnos quietos y escuchar. Hacer esa cita es una cosa; ¡cumplirla es algo muy diferente!

Tiempo de Devoción - El Desafío Exterior
Un tiempo de devoción es una meta que parece fácil, pero que se encuentra con mayores desafíos que muchas competencias de resistencia física. Particularmente en América, vivimos en un mundo de ruido. A donde quiera que vayamos, hasta en nuestros propios hogares, existe algún tipo de ruido que nos distrae, desde los teléfonos hasta la televisión y el tráfico. ¡Pero el hacer tiempo para la devoción diaria es imprescindible para escuchar a Dios!

Si nos detenemos a pensar por un momento, reconocemos que vivimos en un territorio ocupado por el enemigo, de manera que es casi imposible crear un entorno espiritual ideal. Satanás, nuestro mayor adversario, no desea que pasemos tiempos de devoción con Dios. De hecho, su meta es impedirlo de cualquier manera. Él sabe que mientras más tiempo pasemos con Dios, más nos pareceremos a Dios, y más alcanzaremos las metas de Dios en esta tierra. Satanás no quiere que tengamos éxito.

Dios quiere que la gente se salve, pero Satanás quiere que perezcamos. ¡Alabado sea Dios, porque Su plan es más grande! Satanás no es contrincante para Dios, pero puede causarles problemas a los hijos de Dios, y lo hace. La próxima vez que tenga dificultad para escaparse del ruido y quedarse solo con Dios, recuerde quién se interpone en su camino. ¡Luego recuerde quién es más grande!

Tiempo de Devoción - El Desafío Interior
El tiempo de devoción involucra un estado interior de ser, así como una condición exterior. ¿Alguna vez ha notado que cuando usted se sienta a leer la Biblia o a orar, su mente comienza a divagar, o de pronto recuerda lo que necesitaba en el supermercado? El "ruido" interior puede ser tan problemático como el ruido exterior cuando se trata de tener un tiempo de devoción con Dios.

Nuestras propias debilidades humanas se combinan con los esfuerzos del enemigo para separarnos de Dios. ¡Existe una razón por la que se le conoce como el príncipe de la Potestad del Aire! Pero de nuevo, Dios es aún más grande. Es posible vencer el ruido interior, pero requiere compromiso y disciplina.

Tiempo de Devoción - ¿Cuál es el Problema? ¿Por qué es tan importante?
También puede ser muy difícil darle prioridad al tiempo de devoción. Es tentador poner excusas o despreocuparse. Preparar nuestros corazones para escuchar a Dios requiere de un esfuerzo enfocado. El ruido, ya sea externo o interno, nos distrae. Si no entendemos la importancia de tener tiempos de devoción con Dios, regulares, dedicados, probablemente no escucharemos Su voz...la que susurra: "Este es el camino, andad por él" (Isaías 30:21).

Dios anhela pasar tiempo con nosotros. Considere lo que estuvo dispuesto a hacer por nosotros, para reunirnos con Él. ¿Es mucho pedir que le dediquemos tiempo diariamente?

Jesús nos dio el ejemplo en lo referente al tiempo de devoción. Él se tomó tiempo para conectarse con el Padre regularmente, como nos dicen las Escrituras siguientes:

"Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: 'Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro'" (Mateo 26:36).

"Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba (Marcos 1:35).

"Más Él se apartaba a lugares desiertos, y oraba" (Lucas 5:16).

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